Proyecto de Atención a la Infancia: La infancia y la televisión C.F.G.S. Educación Infantil
   
 
  La formacion académica y la televisión

Las malas notas de un niño o niña se deben a diversos factores, timidez, inadaptación, falta de esfuerzo, escasa cualificación del profesorado, dislexia, etc. Entre estos factores no está la televisión. Pero, en general, los malos estudiantes demuestran una afición común: el gusto desmedido por la televisión.

Casi todos los libros que tratan el tema de teleadicción infantil citan un estudio realizado en 1977 por un grupo de científicos norteamericanos, que se efectuó con una misma clase escolar, con idéntico profesorado y entre niños de similares condiciones socioeconómicas en la que se establecieron dos grupos: uno formado por niños en cuyo hogar estuviese permanentemente encendida la televisión y otro en el que se agrupaba a los niños que, aun teniendo televisión, no veían nada más que algunos programas, y entre éstos, los que sus padres “les permitían ver”. Se descubrió que, en igualdad de condiciones para aprender a leer y escribir, el primer grupo tuvo mayores dificultades a la hora de asimilar lo que se les enseñaba que el segundo.

El resultado es similar a casi todos los estudios que han profundizado en la relación retraso escolar-grandes dosis de televisión; coincidiendo en que cuando un niño o niña se acostumbra en casa a ver durante largas horas “lo que echen” en televisión, sea o no adecuado para él, su comportamiento en el colegio es similar al de otros niños y niñas teleadictos en una serie de puntos:

            - Poca atención a los detalles de lo que dice el profesor.

            - Retraso en las respuestas, en especial para las que exigen cierta rapidez de reflejos.

            - Escasa utilización de conocimientos anteriores.

            - Ausencia de un análisis sistemático “paso a paso” de los elementos que componen lo que se les enseña.


 

Sería muy beneficioso que, además del trabajo que los educadores pueden realizar desde las aulas, los padres aprendieran a seleccionar los programas en base al proceso evolutivo de sus hijos, y dispusieran de tiempo para acompañar a éstos en la visión de aquéllos. De lo contrario, puede ocurrir que el niño no desarrolle una capacidad crítica frente a lo que se le ofrece, adoptando una actitud pasiva, es decir, “tragándose” toda la información que le llega.

Sin embargo, una buena coordinación entre estos dos agentes socializadores (familia y escuela) hará posible potenciar las ventajas que puede tener la televisión. Así, por ejemplo, permitirá proporcionar una base común de experiencia a los que observan un programa al mismo tiempo; acercará al niño a otras personas, lugares y acontecimientos que de otro modo serían imposibles de observar; permitirá presentar a los alumnos de forma más atractiva los objetivos educativos de un programa de enseñanza; contribuirá al desarrollo integral y formación de valores de la persona...

La infancia y la televisión
 
"Si de pronto se descompusieran todos los televisores del mundo, no habría escalas para medir los maremotos de aburrimiento"

Manuel Campo Vidal
 
"Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro"

Groucho Marx
 
"La televisión puede darnos muchas cosas, salvo tiempo para pensar"

Bernice Buresh
 
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